domingo, 5 de julio de 2015

Evolución del Trader


Si observamos un siglo atrás la labor de especular era practicado por un círculo cerrado muy profesional, pasaba prácticamente de padres a hijos ó se centraba en ciertas familias que tenían acceso al capital, la información y los conocimientos necesarios para vivir de la compraventa de activos.

El precio se daba del ticker por una cinta cuyos valiosos datos llegaban de este modo a estos profesionales, en la actualidad, gracias a Internet y los nuevos medios de los que disponemos, tenemos acceso a casi cualquier información relativa a una empresa cotizada, una materia prima ó un activo concreto, y esta información nos llega de manera inmediata.

Hoy en dia la realidad ha cambiado dado de es que disponemos actualmente de gran cantidad de información en muchos de los casos; internet, medios digitales, blogs, revistas y libros nos muestran las bondades de este mundo, la facilidad de acceso para cualquiera que se acerque a él y las innumerables técnicas para aprovechar ingentes oportunidades de negocio.

En los primeros años como trader es común a la mayoría tener una confianza ciega en lo que nos cuentan los “gurús del mercado” ó aquello que podemos leer en un libro sobre cómo enriquecerse fácilmente operando en bolsa.

Se nos enseña que lo que está en los libros (a menudo teorías de hace más de 50 años) es lo que necesitamos saber para ganar.

Y es en parte cierto, conocer lo que sucedió, los conocimientos, las técnicas y razones por las que se fueron resolviendo las tendencias en el pasado es clave para entender la actualidad, pero la realidad es que al igual que el flujo de información, las formas de operar, las estrategias y las razones han ido cambiando, evolucionando y adaptándose a los tiempos.

El chartismo nos enseña infinidad de figuras técnicas que pasamos a buscar desesperadamente en el precio é intentamos operar una y otra vez sin más condición que en el pasado la hayamos visto funcionar ó en un libro vimos cómo se cumplía el patrón a la perfección, lo hacemos en cualquier timeframe ó en cualquier activo, con la convicción de que volverá a suceder una y otra vez, con lo cual nos convertiremos en buenos traders.


En el mejor de los casos y siempre que hayamos utilizado un Money management adecuado habremos conseguido no descapitalizar la cuenta, pero los resultados estarán lejos de lo esperado, es importante ser conscientes de la realidad que operamos.

No es lo mismo operar estructuras chartistas en un activo ú otro, ó en diferentes espacios temporales, nos viene a la mente entonces la pregunta. ¿Cómo lo afrontamos?

La adaptación a esta circunstancia es fundamental para sobrevivir en el día a día de nuestro trading, debemos sin ninguna duda elegir tan solo algunos patrones a operar, buscar el mercado y timeframe en el que suelen funcionar mejor y utilizar esos datos como ventaja estadística.

Marcar unos rangos de eficiencia de las estructuras que operamos (el histórico utilizado dependerá del timeframe utilizado y de las figuras encontradas en ese espacio de tiempo).

Si por ejemplo sabemos que operar la figura del Hombro Cabeza Hombro en el par EUR/USD en gráficos de velas de 30 minutos tiene un porcentaje de cumplimiento de su objetivo del 70%, tendremos que ponernos unos límites semestrales en los que si la efectividad baja del 55% tendremos que revisar si han cambiado las condiciones de mercado, si debemos adaptar nuestra manera de medir las estructuras ó si debemos reducir el apalancamiento en las que se salgan de nuestros parámetros, el objetivo es mantener el control sobre lo que hacemos, y no dejar que las creencias en el cumplimiento de una figura nos hagan tropezar más veces de las que debiéramos.

Convertirnos en traders eficientes, al igual a como se evalúan las economías de los países, conseguir llegar a ser un trader de clase A+++ está a nuestro alcance, con dedicación y esfuerzo.

Una vez que hayamos comprobado que esa estrategia que nos han mostrado en un curso ó hemos leído en algún medio, funciona en el mercado en el que trabajamos nosotros y podemos definirle unos umbrales de eficiencia, podemos mejorar nuestro trading añadiéndole filtros, de niveles, indicadores, infinidad de reglas que mejoren esa estrategia operativa y en definitiva aumenten ese porcentaje de acierto y nos alejen del balance mensual negativo.

Es importante la estrategia y la calidad estadística de la misma, pero tan importante ó más lo es la actitud del trader ante ésta y los movimientos del mercado.

No siempre operamos las estructuras tal y como lo tenemos planeado ó dibujado, el mercado nos coloca una y otra vez en situaciones en las que tomamos decisiones precipitadas ó se ralentizan nuestras reacciones ante un movimiento concreto.

En esto, la experiencia es sin duda un grado, pero ante el objetivo de una estructura que en un backtesting hemos encontrado por buena que vaya a dar 50 pips, en muy pocas ocasiones nos llevaremos justo esos 50 pips a nuestra cuenta y aquí la inteligencia emocional es la otra parte de la ecuación que debemos trabajar y ajustar.

Nuestra personalidad ante el mercado hará que cada operador aunque solo sea ligeramente entre y salga del mercado en lugares distintos.

Lo que debemos hacer para ir evolucionando hacia una productividad mayor tras comprobar estadísticamente que nuestra estrategia es positiva es medir cuánto nos cuestan las ineficiencias de nuestra personalidad operativa.

Ir comparando nuestras operaciones y sus resultados con cada objetivo matemáticamente calculado en el backtesting de nuestra estrategia, de este modo podremos saber dónde metemos la pata emocionalmente y también definir nuevas reglas operativas que se ajusten nuestra personalidad de operador.

No debemos fiarnos de lo que nos cuentan, debemos comprobarlo por nosotros mismos, incrementarlo a nuestros conocimientos y aprovecharlo para adaptarlo a nuestra personalidad operativa.

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