La explicación fundamental de por qué el oro era necesario para establecer un sistema monetario internacional posiblemente fuera que incluso las fluctuaciones en el valor del dinero causadas por la oferta y la demanda de oro eran mejores que padecer hiperinflación ó una profunda devaluación debida a una política monetaria irresponsable.
Pero la historia demuestra que hay problemas graves asociados con el uso del patrón oro y que es imposible mantener el vínculo.
Las dificultades llegaron cuando la oferta de oro osciló, causando fluctuaciones a corto plazo en los precios.
Por otra parte, el crecimiento de la economía mundial fue más rápido que la oferta de oro nuevo, por lo que la escasez a largo plazo del oro se convirtió en un obstáculo para mantener los cambios.
El abandono de la convertibilidad en oro fue el comienzo del mercado de divisas tal y como lo conocemos hoy en día.
El dólar estadounidense, bajo fuerte presión debido al déficit comercial de Estados Unidos, comenzó a flotar libremente quedando todas las monedas a la deriva tratando de encontrar su lugar en la economía mundial.
A partir de ahí muchas oportunidades especulativas comenzaron a aflorar.
Desde principios de los años setenta las monedas más importantes del mundo comenzaron a flotar libremente, controladas principalmente por la oferta y la demanda en el mercado de divisas, y se han mantenido así durante casi cuatro décadas.
Entre estas monedas, estaban el marco alemán, la libra esterlina y el yen japonés, cuyos precios se calculaban diariamente.
Los volúmenes, la velocidad y la volatilidad comenzaron a aumentar, creándose nuevos instrumentos financieros.
Desde entonces, la inestabilidad del tipo de cambio entre las principales monedas ha sido la norma.
0 comentarios:
Publicar un comentario