Algunos psicólogos han documentado patrones sistemáticos de tendencias en relación a como la gente toma sus decisiones, estas tendencias influyen en cómo se forman las opiniones de las inversiones, y de cómo tomamos las decisiones de inversión.
Como ejemplo, la observación de que muchos conductores de autos piensan que son mejores que el promedio, refleja una característica general de optimismo y buenos deseos, sería ingenuo pensar que esta característica no afecto nuestras perspectivas de inversiones.
Las personas en general tiene un exceso de confianza en sus opiniones, por ejemplo, al evaluar la posibilidad de que algo suceda ó no suceda, vemos reflejado un exceso de confianza, al atribuirse la posesión de una mayor capacidad innata y habilidades, no importando el éxito que obtenga, los individuos que consiguen mejores resultados podrían interpretar esto como resultado de una mayor capacidad innata.
En forma similar, la alta autoestima lleva a una tendencia natural de asignar a todo fracaso, a nuestra mala suerte en lugar a la falta de habilidades y destreza, podemos encontrar muchos ejemplos de inversión relacionados con esta idea en la mayoría de historias sobre malos resultados de inversiones.
Un sesgo similar es la representatividad ó los estereotipos, según los cuales los individuos son demasiado rápidos para inferir que comprenden los hechos sobre la base de escasa información, por ejemplo, en 100 años de historia de resultados en los mercados de bonos y acciones, pueden observarse cinco periodos separados de 20 años.
Tomado como base la periodicidad de los datos, se puede construir cualquier numero de periodos de 20 años antes de que se superpongan, por ejemplo 20 años al pasado, 20 años al anteaño pasado, esto ayudara a la información en detalle y dar lugar a análisis estadísticos más selectivos.
Se puede utilizar técnicas más sofisticadas para abordar el mismo tema, pero es posible obtener conclusiones solidas a partir de pequeños conjuntos de datos cuando esa es la única evidencia disponible, es esas circunstancias es más cauto ser discreto sobre todas las conclusiones obtenidas a partir de datos limitados.
Otra tendencia es el conservadorismo que surge cuando se reconoce ampliamente que los datos disponibles son insuficientes para respaldar conclusiones solidas, en este caso es un error frecuente subestimar la evidencia disponible ó no tenerla en cuenta y confiar solamente en expectativas previas.
Hay una opinión consistente relacionada con la evidencia de que la gente se aferra a opiniones anteriores durante demasiado tiempo al enfrentar evidencia contrapuesta que sería suficiente para convencer a principiantes talentosos en este campo, de esta forma las personas demuestran un rechazo a la búsqueda de evidencias que contradigan sus opiniones previas, porque son reticentes a amortizar sus inversiones anteriores en su propio capital humano, a pesar de ser claro que son obsoletos en parte.
Con frecuencia las tendencias representan vías rápidas mentales, ó heurística que utilizamos para procesar grandes cantidades de información, estas vías rápidas pueden derivar de una opinión establecida sobre cómo funcionan los mercados.
Muchos inversores esperan poder identificar a los buenos administradores que obtengan buenos resultados, sin embargo es más probable que los escépticos asignen los resultados superiores a la suerte transitoria y estén sorprendidos por la evidencia aparente de los buenos administradores.
Estas diferencias en la sabiduría recibida puede llevar a conclusiones mas rápidas, lo que lleva a algunos a pensar que necesitan análisis más profundos antes de tomar una decisión, y a otros a inferir rápidamente que el curso correcto es evidente, este tipo de conclusión rápida habría llevado a algunos a sentirse confiados en haber encontrado a un buen administrador en el estafador Bernie Madoff.
La mayor complejidad de las inversiones en productos hipotecarios, hace más probable que las decisiones se fundamenten en conclusiones mas rápidas debido a la dificultad de procesar toda la información disponible, con frecuencia, la alternativa practica de utilizar conclusiones mas rápidas puede parecer indecisión, pero cuando una decisión pareciera haber reflejado esa conclusión más rápida y la decisión lleva a un mal resultado, la retrospectiva puede resultar penosa.
Los inversores deben considerar si sus propias opiniones sobre cómo funcionan los mercados pueden llevar a conclusiones mas rápidas que pongan en peligro las oportunidades de lograr el éxito, estudios recientes, también se explica que los inversores agresivos pueden arrepentirse de las perdidas por la acción.
Sin embargo, los inversores prudentes pueden experimentar ansiedad sobre las posibles consecuencias de elegir diferentes políticas, esto lleva a la desidia é inacción, aun cuando un inversor acepta que un determinado curso de acción es necesario, esta es la tendencia que evita a actuar por temor a que la inversión se transforme en algo menos que lo ideal.
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