domingo, 12 de noviembre de 2017

Ahorro, inversión y la Sra. Watanabe


En una sociedad moderna como en la que vivimos, donde la esperanza de vida aumenta con cada nueva generación y no se cuenta con un sistema de pensión adecuada, invertir no debería ser una actividad opcional, sino por el contrario es una necesidad prioritaria.

Pensamos en los términos ahorro é inversión como sinónimos, sin embargo, aunque están fuertemente relacionados, en realidad son muy diferentes, la diferencia entre los dos conceptos, fundamentalmente es el destino del dinero. 


Para elegir la mejor opción necesitamos tener en cuenta nuestras preferencias, con el ahorro tendremos el mismo dinero siempre pero lo disponemos cuando queramos y con la inversión, tenemos que esperar para poder disponer de nuestro dinero pero finalizado ese período tendremos más dinero del que teníamos en un principio, además, la inversión conlleva cierto riesgo de pérdida de dinero.

Ahorro

Llamamos ahorro a aquél dinero que guardamos para poder disponer de él en el futuro, renunciamos a gastarlo en el presente, poniéndolo en un lugar seguro y sin riesgo, pero que suele generar intereses por lo general bajos, estamos ahorrando cuando mantenemos nuestro dinero en efectivo, cuando lo mantenemos en una cuenta bancaria ó cuando lo guardamos en un depósito a plazo.

Por otra parte, el ahorro es el proceso mediante el cual una economía reserva parte de su producto y lo utiliza para generar ingresos en el futuro, las unidades familiares guardan dinero para adquirir una casa y para la jubilación, las empresas acumulan utilidades para construir nuevas fábricas, y los gobiernos acumulan activos en sistemas de pensiones é infraestructura.

El ahorro agregado constituye la principal limitación al gasto en inversión y, por lo tanto, desempeña un papel macroeconómico crucial, debido a que el gasto en inversión proporciona un vínculo clave que conduce a la productividad y el crecimiento del ingreso real, para que la economía avance a un ritmo aceptable se requiere una adecuada oferta de ahorro.

Inversión

Invertir significa utilizar parte del dinero ahorrado para comprar activos, con la esperanza de obtener un mayor beneficio en el futuro, con un retorno que supere a la inflación (perdida de poder adquisitivo del dinero), invertir siempre supone un mayor riesgo porque el beneficio futuro no es seguro, puede incluso existir el riesgo de perder todo ó parte del dinero invertido, podemos invertir nuestro dinero en un sinfín de cosas, desde algo inmaterial como la educación hasta activos financieros como las acciones, los bonos ó los fondos de inversión.

Con la inversión debemos tener en cuenta tres factores: riesgo, liquidez y tiempo, los tres factores tienen directa relación con la rentabilidad, cuanto mayor sea el riesgo de perder el dinero invertido, mayor será la rentabilidad que esperamos de esa inversión, las inversiones a largo plazo son más rentables porque renunciamos más tiempo a tenerlo disponible para nosotros.


                                             Diferencias entre Ahorro é Inversión

La Sra. Watanabe

Los países económicamente desarrollados tienen una característica común, su sociedad ha pasado de una cultura de ahorro a una cultura de inversión, en los Estados Unidos no es extraño encontrar a jóvenes con amplios conocimientos financieros, ellos conocen lo que significan las acciones, los bonos, futuros, y términos como dividendos é interés compuesto, porque desde las escuelas ya reciben esa educación.

También tenemos el caso de Japón, donde las amas de casa invierten en activos financieros los ahorros familiares, debido a la baja tasa de interés de los bancos (- 1 %), han tenido que cambiar de una mentalidad de ahorro a una mentalidad de inversión, promoviendo con ello que los ahorros domésticos de la nación sean un impulsor de la economía japonesa.

A propósito de esto, en los medios financieros, se cuenta la historia de un joven profesional que recientemente había ingresado a trabajar a un gran Banco y nombrado jefe de tesorería de divisas, el observaba cada mañana que a una hora determinada los movimientos del mercado de divisas del par dólar/yen  eran de una volatilidad extrema con altísimos volúmenes de negociación.

Dada su inexperiencia en el cargo, no se atrevía a preguntar a sus compañeros con mayor experiencia, que es lo que ocurría a esa hora en el mercado, su ansiedad crecía día a día observando cómo se repetía esa circunstancia todos los días, hasta que llego el momento en que pudo más su curiosidad y su necesidad de saber, que el temor a mostrar su desconocimiento, por fin se decidió a preguntar a uno de los miembros de su equipo un profesional de mucha experiencia, tras contarle lo que observaba día a día desde su llegada a su nuevo puesto de trabajo, su compañero tras sonreír le explico el fenómeno, eso es porque a esa hora opera la señora Watanabe.


 ¿ Y quién es la señora Watanabe?

Es una señora japonesa de rostro desconocido (ahorros familiares), responsable de muchas de las volatilidades de los mercados financieros internacionales, se piensa que es responsable de más de una quinta parte de las inversiones financieras de Japón en el exterior por un valor cercano a los 17,000 millones de dólares.

La señora Watanabe no existe en realidad, es como se denomina a la mujer japonesa promedio, son amas de casa japonesas que se han convertido colectivamente en uno de los agentes más relevantes de las finanzas internacionales, con el fin de vencer a la inflación cambiaron de una mentalidad de ahorro a una mentalidad de inversión, estas amas de casa gestionan sus ahorros de forma eficaz invirtiendo en activos financieros, al margen de la aparente lógica de los mercados de una forma altamente rentable.


Las amas de casa Japonesas han tenido un impacto apreciable en los mercados de divisas, empleados del Banco de Japon (BoJ) aeguran que en el 2008 durante la crisis financiera, las operativa que realizaban estas mujeres ayudo a estabilizar los mercados de divisas. 

La señora Watanabe no sigue las recomendaciones de los analistas para decidir dónde invertir su dinero, y el paso de los años le da consistentemente la razón resultando sus juicios y decisiones mucho más certeros que las opiniones y juicios de los expertos más sofisticados.

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