lunes, 30 de julio de 2012

¿Cuáles son los riesgos de invertir en la Bolsa?

El objetivo de todo inversor es encajar dos principios opuestos: obtener la máxima rentabilidad asumiendo el mínimo riesgo. Y, en general, en los mercados, estos dos factores tienen una relación inversa. 

Como la renta variable es en términos generales, el activo en el que más rentabilidad se puede obtener, también es el lugar donde más riesgo se asume. Invertir en bolsa es sinónimo de arriesgar, porque la evolución de la renta variable depende de una serie de factores intrínsecos y extrínsecos cuya emergencia es muy difícil de prever, pudiendo darse el caso de no obtener las ganancias previstas ó incluso perder parte del capital invertido. 

También es verdad que no todos los valores que cotizan en la bolsa son igualmente sensibles a los riesgos: hay compañías defensivas, que sufren menos cuando vienen mal dadas, pero también suben menos en periodos bursátiles expansivos, y también existe otro tipo de empresas muy ligadas al ciclo económico, que suben mucho en periodos de crecimiento, pero caen a plomo cuando el PBI (Producto Bruto Interno), decrece. Por eso, el inversor debe esforzarse por encontrar el equilibrio óptimo entre la rentabilidad que quiere obtener y el riesgo que está dispuesto a asumir. 

El riesgo de una inversión está dividido en dos modalidades: 

– La derivada del propio valor, según las condiciones, funcionamiento, expectativas, resultados..., de la empresa emisora de las acciones. 
Pensemos, por ejemplo, en el caso de Nokia, cuya estrategia le ha dejado descolgada en el negocio de los teléfonos inteligentes, a diferencia, por ejemplo, de Apple, que le ha sacado delantera parece que de manera definitiva. Este riesgo puede aminorarse con una conveniente diversificación de la inversión en varios valores.
Por ello, a este riesgo se le denomina diversificable. 

– La que depende de factores distintos de los valores: las situaciones económicas generales o sectoriales, nivel de ahorro, tipos de interés, inflación, aspectos políticos, comportamiento psicológico de los inversores... A esta modalidad de riesgo se le denomina no diversificable, porque no es posible eliminarlo o minimizarlo con una diversificación de la inversión.

Una medida del riesgo es la volatilidad, que es la variación de la cotización de un valor con respecto a su media o con respecto a la media del mercado, un alto grado de volatilidad supone un mayor riesgo, tanto en las cotizaciones bursátiles como en la liquidez de las acciones.



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