sábado, 15 de septiembre de 2012

La inversión individual en la Bolsa de Valores

La gestión individual es aquella en la que el inversor coloca sus ahorros directamente en el mercado comprando y vendiendo a su nombre valores negociables. Se le conoce también como inversión directa, para lo cual requiere los servicios de un intermediario Bursátil ó SAB (Sociedad Agente de Bolsa).

La inversión individual directa supone que el ahorrador toma personalmente las decisiones de inversión y gestiona su cartera de valores de acuerdo con sus propios criterios de riesgo, rentabilidad y liquidez, estableciendo la diversificación que considere más conveniente.

Esta gestión individual tiene sus ventajas, la equivocación o acierto le corresponde a uno mismo. Sin embargo, esa gestión individual también tiene sus inconvenientes: la inversión en bolsa requiere tiempo, vigilancia, información y conocimientos del mercado. Sentarse sobre la cartera y dejar pasar el tiempo puede ser positivo a largo plazo si se opera sobre valores muy estables, pero aprovechar las tendencias alcistas del mercado y seguir de cerca los valores puede ser más beneficioso para el inversor. Por ello, esa gestión individual puede favorecerse con una gestión individual asistida y asesorada, que puede adoptar estas formas:

a) Cuentas de valores administradas: es el supuesto más sencillo en la asistencia a la gestión individual y que consiste en el depósito y custodia de los valores por parte de un intermediario autorizado, que se ocupa también de las labores de gestión de cobro de dividendos, intereses, amortizaciones, reinversiones, etc. Es decir, lo que permita la conservación y la recogida de los frutos de los valores depositados. El cliente da directamente las órdenes a través del intermediario, que sólo se ocupa, con el pago de comisiones, de una administración ordinaria de los valores depositados.

b) Cuentas de valores asesoradas: los inversores continúan invirtiendo directamente y dando ellos las órdenes de bolsa, pero las sociedades y agencias de bolsa y demás intermediarios autorizados les ofrecen la administración y depósito de los valores, asesoramiento, análisis e informes del mercado y de valores concretos, e incluso les facilitan el acceso a locales adecuados en donde se puede seguir el mercado en tiempo real en pantallas de información. Estas cuentas pueden ser gratuitas para aquellos inversores que mueven un buen volumen de contratación, puesto que el intermediario bursátil cobrará sus comisiones de compraventa y de depósito de los valores.

c) Cuentas gestionadas de valores: en este caso los inversores firman un contrato de gestión de carteras por el cual delegan la decisión de inversión en un intermediario bursátil, que podrá seleccionar las inversiones, dar las órdenes de compraventa y, en suma, asumir la posición de representante del inversor. Por cartera de valores se entiende una determinada combinación agrupada de valores mobiliarios.

Esta cuenta tiene por objeto disciplinar las relaciones entre un cliente, que aporta valores o dinero, y el gestor que los invertirá, según su criterio profesional, a fin de que se alcancen los mejores resultados posibles. A cambio, el gestor de la cartera percibe una remuneración.

Son contratos temporales, que contienen un mandato con facultad de disposición a favor del gestor. Son además contratos de confianza, en donde el cliente-inversor cree en las aptitudes del gestor para administrar y disponer de su cartera de valores. El contrato incluye una obligación de información periódica de la situación de la cartera y además una información de carácter fiscal anual sobre los movimientos, patrimonio mobiliario y plusvalías y minusvalías realizadas a los efectos de los impuestos sobre la renta y el patrimonio del cliente. Además, la entidad debe informar mensualmente cuando la cartera gestionada presente pérdidas al final del mes con respecto al fin del mes anterior y cuando la naturaleza de las operaciones o el riesgo inherente a las mismas exigieran, por razones de prudencia, una mayor información al cliente.

1 comentarios:

Gestor de Inversión dijo...

La gestión individual en la Bolsa ofrece libertad y responsabilidad, pero también puede ser abrumadora para algunos inversores. Aquí es donde entra en juego un gestor de inversión, que puede brindar asesoramiento experto y gestionar la cartera de manera más efectiva. Con la ayuda de un gestor, los inversores pueden optimizar su tiempo y recursos, manteniendo un mayor control sobre sus inversiones y maximizando su potencial de rendimiento.

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